Los esfuerzos de la Comunidad Bahá’í por contribuir a la transformación de la sociedad requieren de la participación de toda la humanidad. A medida que vaya surgiendo la civilización asociada con la madurez de la humanidad prevista por Bahá’u’lláh—fundador de la Fe Bahá’í—habrá que cambiar algunas de las actitudes, pensamientos y concepciones acerca de cuestiones fundamentales. Aportar a este proceso de transformación a nivel del pensamiento es una inquietud apremiante de los bahá’ís; es por ello que la Comunidad Bahá’í de Costa Rica inició, en este ámbito de acción, conversaciones con los representantes de diversas instituciones de la sociedad civil que trabajan por la educación de los niños y los jóvenes.
Los bahá’ís hemos procurado infundir a esos esfuerzos con una actitud de aprendizaje y humildad, evitando la postura de considerarse un credo omnisciente que tiene las respuestas para todos los problemas del mundo. Nuestra reflexión y consulta se enfocan en identificar, articular y explorar, en compañía de otros, las cuestiones pertinentes, en vez de tratar de formular y presentar soluciones a las mismas de manera unilateral.
En consecuencia, en mayo del 2020 iniciamos conversaciones con distintas organizaciones que están enfocadas en la educación de los niños y los jóvenes para conocer sobre sus aprendizajes en esta área y sobre las oportunidades y desafíos que la crisis sanitaria actual les ha arrojado. Sumadas a las conversaciones iniciales, realizamos de manera virtual dos conversatorios para reflexionar juntos acerca del propósito de la educación y cómo se manifiesta en el individuo y la comunidad; asimismo para abordar el tema de la finalidad de la educación en términos del crecimiento espiritual e intelectual de los individuos, así como en el desarrollo de sus capacidades que contribuyan a la transformación de la sociedad y, cómo esto podría cambiar la manera en que se visualiza el aprendizaje, y la manera en que los estudiantes prosiguen sus estudios.
Algunas de las ideas o reflexiones que se obtuvieron durante estos encuentros virtuales realizados en octubre y noviembre de este año fueron: la importancia de que la educación sea universal; promover la inclusión social; que la educación debe estar enfocada en los talentos y las capacidades de los individuos; la importancia de formar estudiantes para la vida y no solamente para rendir un examen; asimismo sobre la necesidad de contextualizar la educación para que responda a las necesidades de la comunidad; la importancia de la familia en la educación; el formar desde y para la empatía; la importancia de la formación de los docentes y la educación como un proceso que involucra a toda la sociedad, entre otros.
Reiteramos, nuestro propósito no es criticar el estado actual de los asuntos de la educación ni el de buscar respuestas románticas y simples a preguntas difíciles y multifacéticas. Nuestro acercamiento en este tema está basado en el supuesto de que en el análisis final el estudiante es el encargado de su propia educación. El estudiante es el agente activo y dueño de su educación, nadie puede aprender por él ni participar en la transformación del mundo en su nombre.
San José, 17 de diciembre 2020