La construcción de una visión unificada sobre la educación

«Un proceso educativo que fomente tanto el crecimiento intelectual y espiritual de los estudiantes y les permite contribuir a la transformación de la sociedad, desarrolla en los individuos la capacidad de leer su realidad y pensar en formas de cómo se pueden satisfacer las necesidades de su comunidad».

Instituto para Estudios en Prosperidad Global

Una colaboración de organizaciones de la sociedad costarricense del mismo parecer

La Oficina de Asuntos Externos es una agencia de la Comunidad Bahá’í de Costa Rica que tiene como principal objetivo su participación en ciertos discursos prevalentes en el ámbito nacional.

Actualmente, la Oficina busca dialogar y encontrar puntos en común con los diversos actores sociales desde sus diferentes corrientes de pensamiento sobre la educación, con el objetivo de que juntos logremos construir una visión unificada. Por esta razón, hemos promovido un proceso sistemático mediante conversatorios y reuniones para intercambiar ideas, conocimiento y experiencias que, con el tiempo, contribuyan a disminuir la brecha social de desigualdad existente en el sistema educativo nacional.

La comunidad bahá’í ha acumulado experiencia a nivel mundial en el tema de la educación con la implementación de varios programas, entre ellos, el programa de Empoderamiento Espiritual del Prejoven y el programa de Preparación para la Acción Social.

Durante el año 2021, continuamos las conversaciones con diversas organizaciones que trabajan en la educación de niños y jóvenes para reflexionar acerca del papel que debe ejercer la comunidad, y sobre la enorme la responsabilidad que tenemos con los niños y los jóvenes.

Entre las ideas más sobresalientes que surgieron de estas reuniones virtuales están:

  • Se debe pensar en los intereses o necesidades de cada comunidad en particular.
  • Hay que apuntar hacia el desarrollo comunitario, hacia las personas y las instituciones.
  • Se debe recuperar la escuela en las comunidades: la escuela debe volver a ser el eje central del desarrollo comunal, y la comunidad la gran gestora de ese desarrollo educativo, vinculados de manera integral.
  • Debe retribuirse generosamente a la comunidad. La educación debe llegar a las comunidades para tener un impacto, una transformación.
  • El individuo—desde la primera edad—debe aprender a leer la realidad, con pensamiento crítico y propio, lo que es fundamental para el desarrollo de las comunidades.
  • La educación local es fundamental.
  • Hay una interdependencia muy fuerte entre el individuo y la comunidad. Existe una necesidad de pertenencia que poseen los individuos. Aprender a vivir en comunidad debe ser un espacio a forjarse desde lo educativo.
  • Se requiere un proceso educativo que contemple al individuo desde su comunidad propia, sus características, su persona.
  • Se deben respetar las diferentes formas de vida, la realidad en que se vive y que se valore su cultura.
  • Conocer el entorno inmediato y los desafíos que tiene una comunidad permite buscar las mejores soluciones. Asimismo, se debe tomar en cuenta la trayectoria histórica de cada pueblo en particular y conservar los valores que lo caracterizan.

Nuestro propósito no es criticar el estado actual de la educación, sino adoptar una postura de aprendizaje que estimule el proceso de consulta, mediante la participación en conversaciones genuinas, ofreciendo pensamientos extraídos de los Escritos bahá’ís y la creciente experiencia de nuestra comunidad en el tema de la educación.

San José, 7 de enero 2021

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